El próximo viernes 9 de julio, a las 20h30 horas, la Alianza Francesa de Olavarría proyectará en su sede de Dorrego 3161, integrando su ciclo de nuevo cine francés el film Gainsbourg, vida heróica (Gainsbourg, vie héroïque) (2010) del realizador Joann Sfar con las actuaciones de Eric Elmosnino, Lucy Gordon y Laetitia Casta. Se cobra un bono contribución de $6.
Este film relata la historia, divertida y fantástica, del cantante, autor y compositor francés Serge Gainsbourg. La historia de un niño judío por las calles de un París ocupado por los alemanes, la de un joven artista que deja la pintura por los cabarets del París de los cincuenta. La historia también de una obra subversiva y provocadora.
Dijo Le Monde, en el momento de su estreno en enero de este año: “No es en las salas oscuras donde habrá que buscar la biografía detallada de Lucien Ginsburg, nacido en París en 1928, muerto en la misma ciudad sesenta y dos años más tarde. Entre los dos, Joann Sfar ha desplegado una historia fantasiosa que sólo toma de la realidad algunos puntos: las canciones de Gainsbourg, la imagen de las mujeres que encontró en su camino (…)
Con los dos primeros tercios de esta vida heroica, Sfar hace un relato desconcertante y cautivador, que logra hacer creer, por una vez, que la historieta y el cine tienen cosas que decirse. La infancia bajo la Ocupación, bajo la amenaza del exterminio, la vida de artista –pintor, luego cantante- los primeros encuentros con los grandes del momento (Boris Vian, Juliette Greco) se ponen en escena como una sucesión de momentos frágiles, luminosos atravesados por inverosimilitudes (a menos que Greco haya realmente tenido un gato que hablaba)”
Con los dos primeros tercios de esta vida heroica, Sfar hace un relato desconcertante y cautivador, que logra hacer creer, por una vez, que la historieta y el cine tienen cosas que decirse. La infancia bajo la Ocupación, bajo la amenaza del exterminio, la vida de artista –pintor, luego cantante- los primeros encuentros con los grandes del momento (Boris Vian, Juliette Greco) se ponen en escena como una sucesión de momentos frágiles, luminosos atravesados por inverosimilitudes (a menos que Greco haya realmente tenido un gato que hablaba)”
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